Hola, en mi entrada semana hablaré sobre el autismo el cual ocupa el tercer lugar en el mundo entre los trastornos más comunes del
desarrollo en el ser humano. Consiste en un trastorno del neurodesarrollo
descrito inicialmente por Kanner, cuyos síntomas son:
a) La socialización, evidenciado por una baja calidad de
las interacciones recíprocas.
b) La comunicación, manifestado
por un gran retraso en la adquisición del
lenguaje y en el deficiente uso del mismo, tanto a nivel verbal como al
no verbal.
c) La imaginación, evidenciado por la falta del juego
simbólico espontáneo
d) Las estereotipias, por la presencia de conductas, intereses limitados, actividades, rutinas,
juegos y rituales compulsivos, todos llevados a cabo de un patrón repetitivo y
estereotipado, lo cual origina una marcada desviación o disarmonía evolutiva
(insuficiencia de ciertas funciones, habilidades o destrezas a lo largo del
desarrollo). El déficit cualitativo que define estos cuadros es
distinto en su gravedad, en función del nivel de desarrollo o edad mental de
los sujetos.
e) El inicio en la primera infancia o en la niñez (suele detectarse antes de los
tres años de edad).
Otras características que pueden manifestarse en este
trastorno son: ansiedad social, dificultades
de aprendizaje, problemas del lenguaje, problemas perceptivos la frecuencia infecciones de las vías respiratorias, diarrea,
estreñimiento, flatulencia, selectividad en los alimentos, aros oscuros
alrededor de los ojos y pestañas largas.
Si
bien la etiología parece ser de carácter múltiple, no obstante, desde el punto
de vista médico se desconfía en la actualidad de la existencia de unos
mecanismos etiopatogénicos específicos, implicados en la disfunción de grupos
particulares de neuronas en el sistema nervioso central. En cualquier caso, los
especialistas en autismo infantil consideran que el deterioro social es el síntoma primario del trastorno revelando
al mismo tiempo que este permanece a lo largo de toda la vida, aunque puede
variar el grado de intensidad.
Las alteraciones pueden estar asociadas a
otros problemas, como discapacidad intelectual o problemas de lenguaje,
y tener niveles diferentes de gravedad; por ello, el autismo se
considera un espectro de condiciones que varían
en un continuo
y en el
que se identifican algunos fenotipos clínicos:“Trastorno autista”,
“Trastorno de Asperger”, “Trastorno Desintegrativo Infantil”, “Síndrome de
Rett” y “Trastorno Generalizado del Desarrollo No
Especificado”.
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